Son muchos los interrogantes que surgen a la hora de plantearte un cambio de hábitos alimentarios más saludable, y es que, el centrarte sólo en el seguimiento de una dieta prescrita por muy equilibrada que sea, no es suficiente a largo plazo.

 

Pos eso, te animo a que antes de dar ese paso reflexiones sobre estas cuestiones:

  • ¿Crees qué es el momento para cambiar tus hábitos alimentarios?
  • ¿Cómo han sido tus experiencias con otras dietas que has realizado?
  • ¿Qué te ha sucedido al abandonarlas? ¿Qué no te ha funcionado?
  • ¿Qué podrías hacer tú esta vez para alcanzar tus expectativas en salud?
  • ¿Tienes alguna “motivación” que te anime a conseguirlo?

 

Es cierto, ¡No es una tarea fácil el modificar rutinas inadecuadas que finalmente se convierten en un hábito insano!, a lo largo de estos más de diez años de experiencia he oído con frecuencia “lo he intentado antes por mi cuenta y con otros especialistas pero como no lo he conseguido recurro a ti, a ver qué puedes hacer por mí”, ante esta situación mi respuesta es, agradecer al paciente que acuda a mí después de sus experiencias fallidas y después, le expongo mi dinámica de trabajo con una metáfora si viene al caso: “te propongo un proceso de cambio alimentario, marcado por tu realidad, dónde tú eres el protagonista en este viaje, y yo, el profesional que te acompañe. Transitaremos la ruta dónde disfrutes comiendo bien y variado, te mostraré diferentes senderos para que decidas por dónde quieres caminar y si llega un momento en el que te caes o te pierdes, yo estaré para levantarte u orientarte y así, podrás de nuevo proseguir tu camino hacia un estilo de vida más saludable y llegar satisfactoriamente a tu meta”

 

Como responsable de la especialidad Nutricional, destaco que en Centro DyN no harás dieta con ningún nombre en concreto, te mostraremos que puede conseguirse tu propósito en salud o estética con unas bases alimentarias prudentes, sostenibles y duraderas.

 

Se trata de un modelo de alimentación, un estilo de vida con el que te sientas bien.
¡Por intentarlo no pierdes nada! y ¿qué puedes ganar?
Nada menos que la recompensa de tu bienestar físico y emocional.